Los parlamentarios pueden disfrutar del 100% de su pensión después de cumplir los 60 años, siempre que hayan ocupado ese puesto durante tres legislaturas (12 años). En cualquier caso, el mínimo de su pensión será del 80%.
Los trabajadores, actualmente, necesitan trabajar hasta 35 años para cobrar el 100% a la edad de jubilación, que de momento está situada en los 65 años. Si sólo trabajara 15 años, recibiría el 50% de su pensión.
Mientras el Gobierno anuncia que va a reformarse el sistema de pensiones y propone subir entre otras cosas la edad de jubilación a los 67 años, nuestros políticos – parlamentarios, miembros del Gobierno y altos cargos - disfrutan de unos privilegios escandalosos si los comparamos con los del resto de los ‘mortales’.
Muchos miembros de nuestra clase política pueden compatibilizar en algunos casos hasta tres pensiones y cobrar la pensión máxima con tan solo con haber cotizado entre 7 y 11 años mientras los demás trabajadores deben haberlo hecho durante 35 años. Todo un pésimo ejemplo que no habla precisamente muy a favor de nuestros dirigentes.
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