Científicos neozelandeses y japoneses han identificado el componente de la cebolla que induce las lágrimas. Han desarrollado, a través de la manipulación genética, cebollas que no hacen llorar.
La cebolla sigue en fase de desarrollo (cebolla-beta le llamo yo), por lo que seguirá habiendo llantos en la cocinas durante al menos la próxima década.
Da miedo.
Defiendo la manipulación genética para paliar el hambre en el mundo, siempre y cuando preserve el terreno en el que se cultiva (hay abonos que 'esclavizan' al agricultor, ya que, si prescinde de ellos, la tierra no producirá más).
Ahora que, manipular genéticamente una cebolla para que no haga llorar, me parece antinatural.
Hasta que estén disponibles estas nuevas cebollas, podéis seguir estos prácticos consejos para pelar cebolla sin llorar.
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