Un jubilado español ha inventado un ladrillo capaz de soportar 10.000 kilos de peso frente a los 500 kilos que aguanta uno normal. Además se tardaría 6 segundos en ponerlo sin fallos en la alineación, frente a los 30 segundos que tarda un albañil, que encima no estará perfectamente alineado.
Por otro lado, su colocación se podría robotizar porque no necesitan cemento para encajarlos.
El secreto estriba en que los ladrillos encajan unos sobre otros mediante seis varillas de acero que salen de cada pieza, sin cemento. Resistirían mucho mejor, por ejemplo los terremotos.
Para comercializarlo ha creado su propia empresa.
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