lunes, 21 de noviembre de 2011

INSIDE JOB

Inside Job = Trabajo confidencial
Película que explica la corrupción de los EEUU por la industria de servicios financieros y cómo produjo la crisis en el 2008. Explica cómo se produjo la crisis y hace un diagnóstico de la situación actual muy desolador.

Estas son unas notas que he tomado mientras veía la película. Ya en su día conseguí entender algo del por qué de la crisis con las explicaciones de Leopoldo Abadía, pero lo bueno de este documental es que te permite poner cara a los causantes de la crisis y a los que no hicieron nada por controlarla.

Lo más desolador es que, llegas a la conclusión de que todo sigue casi igual y que las medidas que se han tomado son claramente insuficientes. Nadie ha pagado por ello, al contrario, se ha enriquecido mucha gente.

Las causas:

Islandia: 2000 desregulación. Se privatizaron los tres bancos. Se pidieron prestados 120.000 mm de $ (son 320.000 habitantes). El precio de la vivienda se dobló, y el precio de las acciones se multiplicaron por 9.

Todos los reguladores se fueron a trabajar a los bancos como asesores legales.

En 2008 quebraron los tres bancos, y el desempleo se multiplicó por tres.

Por otro lado, en EEUU se produjo la desregulación de los mercados financieros, lo que impidió controlar el riesgo que fue creciendo hasta desatar la crisis:

Alan Greenspan, que fue el que dio por buena la operativa de un banquero que fue a la cárcel, como premio le nombraron desde el gobierno de Reagan y sucesivos como presidente de la Reserva Federal.

En los 90 él comenzó la desregulación del mercado financiero. Comenzaron a producirse grandes fusiones, como Citigroup, resultado de la fusión de dos grandes empresas. La ley no lo permitía, pero en 1999 tras un largo proceso se aprobó la fusión.

Como dice George Soros, la regulación es como la división de un petrolero en compartimentos para que el desplazamiento del petróleo no haga que se hunda el barco. Desregular es como quitar esos compartimentos.

Con la desregulación comenzó el ‘todo vale’: bancos que blanqueaban dinero de la droga, que permitían a Irán financiar su programa nuclear, falsificación de las cuentas, etc.

A principios de los 90, la desregulación unida a la mejora en las tecnologías de la información, hizo que proliferaran los productos financieros complejos llamados derivados. Podían apostar sobre el precio de cualquier cosa, incluso sobre el tiempo que iba a hacer. Eso hizo que el mercado fuera más complejo de controlar, los productos derivados estaban libres de regulación.

Los sucesivos altos cargos del gobierno que tenían que vigilar el mercado dejaban hacer, y como premio se enriquecían con acciones o trabajando después para las financieras. Además también los lobbies conseguían que los intentos que hubo de control no fructificaran. Todo ello con Alan Greenspan impidiendo que los derivados se regularan.

En 2002 el Senado prohibió la regulación de los derivados.

Por otro lado, en el negocio tradicional de las hipotecas, hasta esos años, los acreedores locales eran muy cuidadosos cuando concedían hipotecas, porque era su dinero y se querían asegurar de que lo cobrarían. Hay que tener en cuenta que en EEUU si no pagas la hipoteca el banco se queda con tu vivienda, pero si ésta vale menos que lo que debes, no tienes que pagar la diferencia, al contrario que en España.

Pero a partir de entonces, los acreedores locales, los bancos de inversión y los inversores quedaron unidos por la cadena de titulación, de la siguiente forma:

Los acreedores comienzan a vender las hipotecas a los bancos de inversión.

Los bancos de inversión comenzaron a combinar hipotecas con préstamos de coches, de estudios, de tarjetas de crédito, etc., formando paquetes llamados “Obligaciones de Deuda Colateral” (CDO).

Vendían los CDO a los inversores. A su vez, los bancos de inversión pagaban a las agencias calificadoras de riesgo para que calificaran bien a los CDO. La mayoría obtenían la mejor calificación, AAA, lo que hacía que fueran populares en los planes de pensiones, que compraban sólo productos con buena calificación.

El sistema se convirtió en una bomba de relojería:

Los acreedores no se preocupaban de que se devolvieran los préstamos, cada vez concedían préstamos con más riesgo. Los bancos de inversión las empaquetaban en los CDO, y los vendían ganando más dinero. Las agencias de calificación no tenían responsabilidad si se equivocaban en la calificación.

Entre 2000 y 2003 cada año se cuadruplicaba el número de hipotecas formalizadas. Nadie en la cadena se preocupaba por la calidad de las hipotecas.

A principios de 2000 se dio un incremento de los créditos de alto riesgo (subprime), que cuando se combinaron en los CDO con otros productos recibieron la calificación AAA.

Los créditos subprime interesaban a los bancos inversores porque tenían intereses más altos. Eso dio lugar a créditos abusivos, y a que los deudores comenzaran a no poder pagarlos. Los productos más rentables eran los créditos subprime, con lo que los concedían cada vez más.

Como cualquiera podía conseguir una hipoteca, los precios se dispararon. El resultado fue la mayor burbuja inmobiliaria de la historia.

Desde 1996 a 2006 se duplicaron los precios de la vivienda.

En Wall Street los ejecutivos y directivos se hicieron muy ricos durante la burbuja, debido a las bonificaciones derivadas de la concesión de hipotecas subprime.

La reserva federal tenía posibilidad de regular la concesión de hipotecas, pero Alan Greenspan no quiso.

Los bancos de inversión comenzaron a pedir más y más dinero prestado. La SEC permitió que los bancos pudieran pedir más dinero prestado. La SEC en 2004 decidió levantar los límites de apalancamiento de los bancos.

Los bancos se endeudaron a niveles de 33:1.

Por otro lado, AIG vendía permutas de incumplimiento crediticio. AIG se comprometía a pagar a los inversores las pérdidas si las CDO fallaban. Pero los especuladores podían apostar contra ellas. AIG pagaba a sus empleados por vender las permutas, pero si las CDO fallaban, AIG estaría en riesgo.

Se primaba los incentivos a corto plazo sin imponer penalizaciones si no se devolvía el dinero.

Pensaban que habían dado con la manera de conseguir más dinero con menos riesgo, pero el hecho es que se conseguía más dinero a cambio de más riesgo. Los empleados se enriquecían a cambio de poner en riesgo a su empresa. Otros pagarían después los plazos rotos. Empezaron a comprarse casas, yates, jets privados, todo tipo de lujo, colecciones de arte, etc.

Comenzaron a jugar al “yo la tengo más grande”, casi todos los ejecutivos eran hombres, competían en la ostentación del lujo: prostitución, drogas, etc.…

Todos los ejecutivos de todas las grandes empresas se fundían los beneficios a todo tren.

Se concedían hipotecas por casi el 100% del precio de la compra. Goldman Sachs se hartó de vender CDO tóxicas con calificación de triple A.

En 2006 el gobierno de Bush contrató al presidente de Goldman Sachs Henry Paulson, como Secretario del Tesoro. Éste tuvo que vender sus acciones de Goldman Sachs, sin pagar impuestos debido a una ley aprobada por George Bush padre.

Los compradores comenzaron a no pagar las hipotecas por que el valor de sus propiedades era menor que el importe de la hipoteca.

A finales de 2006 Goldman Sachs apostaba de forma oculta contra las hipotecas para ganar dinero cuando fallara todo. Compraba permutas de AIG, y se aseguró a si mismo contra la posible caída de AIG.

En 2007 fueron más lejos todavía: comenzaron a vender CDO de tal manera que cuanto más fallaran éstas, más ganaría Goldman Sachs. La ejecutiva de Goldman Sachs en el 2010 tuvo que declarar en el Congreso.

Los empleados se enviaban emails criticando el negocio, diciendo que se estaba vendiendo basura. Morgan Stanley también vendía valores hipotecarios contra los que apostaba a que fallarían. Sabían que las CDO que vendían eran basura, y negociaban en el mercado para que fracasasen. Además estaban calificadas como AAA por las agencias de calificación a las que pagaban.

Mientras los inversores clientes de los bancos de inversión Goldman Sach, Morgan Stanley, Merryl Linch, JPMorgan y Lehman Brothers, perdían dinero, estas compañías tenían millones de beneficios. Las CDO se vendían como inversiones seguras. Moody´s, Standard & Poors, etc, ganaban miles de millones calificando los productos como AAA. Moody´s, la mayor agencia de calificación, cuadriplicó sus beneficios entre 2000 y 2007.

Cuanto más valores estructurados conseguían la triple A, más beneficios obtenían las agencias de calificación. Es como si vas a un periódico y dices, si escribes una historia positiva te doy medio millón de dólares, si no, no te doy nada.

Ahora alegan que sus ratings eran sólo opiniones. Ni las agencias de calificación ni los bancos de inversión, ni la mayoría de los responsables de la Reserva Federal quisieron ser entrevistados por Inside Job.

La crisis:

En 2004 el FBI advirtió sobre el peligro hipotecario. Después hubo más advertencias, entre ellas del FMI. En el 2008 se publicaron presentaciones y libros avisando de la crisis que se avecinaba. En 2008 se dispararon los embargos y la cadena de los activos quebró.

Miles de acreedores quebraron cuando los activos fueron mal. El mercado de la CDO se derrumbó, y los bancos de inversión se encontraron con miles de millones de créditos sin poder venderlos.

Empezaron a caer gigantes del mercado de hipotecas, Lehman Brothers se desplomó en bolsa. AIG y todos los demás eran doble A y triple A justo antes de que cayeran.

Lehman Brothers se vio obligada a cerrar sus oficinas fuera de EEUU debido a su quiebra. Las autoridades americanas no avisaron a las de los otros países, no entendieron la magnitud del problema.

AIG debía 13 mil millones de dólares a los poseedores de permutas, y no tenía el dinero. AIG pasó a manos del gobierno. El sistema entero se paralizó, nadie podía pedir dinero prestado, el mercado de crédito se paralizó.

Paulson, la misma persona que había impedido regular el mercado de las permutas, y que habían eliminado los límites del apalancamiento, que fue antiguo presidente de Goldman Sachs, encima se lavaba las manos.

El rescate de AIG costó al contribuyente 150.000 millones de dólares. Posteriormente, Bush firma un rescate de 700.000 millones. La ley de rescate no sirve para evitar la marea de despidos y embargos.

La recesión se acelera y se extiende a nivel mundial, aumentando el paro a niveles del 10%. A finales de 2008 GM y Chrysler se enfrentan a la bancarrota. En China más de 10 millones de obreros pierden su empleo debido a la caída de demanda de EEUU.

En un mundo tan globalizado, las economías están muy conectadas.

Los embargos en EEUU se disparan. Los precios de las casas se desploman. Mucha gente fue estafada por comerciantes de hipotecas sin escrúpulos. La gente estaba viviendo al día con su sueldo, y debido a los cierres de empresas no pudieron pagar la hipoteca, la letra del coche, etc.

Las personas responsables que destruyeron sus compañías y causaron la crisis, se han ido de rositas con sus fortunas íntegras. Los cinco ejecutivos más importantes de Lehman Brothers ganaron más de 1.000 millones de dólares entre 2000 y 2007, y cuando la empresa se fue a la quiebra, se quedaron por su dinero.

Eso pasó con todas las empresas, todos dimitieron y encima se llevaron compensaciones por aceptar retirarse de sus puestos.

El problema es que el sector financiero en EEUU emplea a 3.000 lobistas, más de cinco por cada congresista. Es un sector muy concentrado en unos pocos bancos muy grandes, debido a las fusiones que han permitido las autoridades de EEUU. Siguen trabajando contra las reformas que pretenden regular el mercado financiero.

Entre 1998 y 2006 la industria financiera gastó más de 5.000 millones de dólares en apoyo a las campañas de los políticos de EEUU. Y desde la crisis han gastado más dinero.

Desde los años 80, los economistas académicos han tenido un papel decisivo sobre la actitud desreguladora del gobierno. Recibían mucho dinero como asesores y profesores de escuelas de negocio, pagadas por la industria financiera.

Fueron los mayores artífices de la desregulación, y recibieron millones de dólares. Eran los asesores económicos de los gobiernos de EEUU. Los ‘expertos’ eran contratados por los bancos de inversión. Recibían sueldos de 300.000 dólares al año por prestarse al juego, aparte de las ganancias en conferencias y como asesores de fondos de inversión.

Es decir, no sólo fueron culpables los ejecutivos, sino también los trabajadores de esos bancos, los ‘expertos académicos pagados por los bancos’, y los inversores de todo el planeta que no sabían lo que compraban, y que extendieron el problema a todo el planeta.

Eran los asesores que recomendaron invertir en Islandia, echando más gasolina al fuego. La Cámara de Comercio de Islandia les pagaba por escribir informes alabando el sistema financiero islandés. Por supuesto, en sus informes no indicaban que les había pagado el país del que hablaban bien.

Ha habido una falta de principios inaudita, una ambición por el dinero que es deleznable, caiga quien caiga. Lo mejor viene cuando aprietan las tuercas a los que han permitido que les entrevisten, sobre la hora y veinte minutos del documental.

Es como si el doctor que te receta un medicamento recibe el 80% de lo que al paciente le cuesta.

Los presidentes de la Universidad de Harvard y de Columbia no han querido hablar con el documental sobre el conflicto de intereses de sus expertos académicos.

¿Dónde estamos ahora?

En los años 80-90, se destruyó la base productiva de manufacturas (coches, tecnología, acero, etc.) de EEUU debido a la deslocalización de empresas en otros países del mundo.

Los EEUU lideraban las TIC, pero los estadounidenses no podían pagarse la universidad. La administración Bush además redujo los impuestos a los más adinerados, el 1% de los estadounidenses.

El reparto de la riqueza es más desigual que en el resto del mundo desarrollado. La clase media tuvo que endeudarse cada vez más, para financiar sus casas, coches, el seguro médico y los estudios de sus hijos. Por primera vez en la historia, el americano medio tenía menos dinero y formación que sus padres.

Barack Obama en 2008, después de tomar posesión habló de regular la actividad financiera. Pero las reformas financieras finalmente fueron muy débiles. Sigue siendo un gobierno de Wall Street.

Los asesores de Obama siguen siendo antiguos ejecutivos de los bancos inversores. Son los mismos que tomaron parte en la crisis.

En julio de 2010 el Parlamento Europeo promulgó las regulaciones, pero EEUU no ha hecho nada.

Actualmente, ningún ejecutivo ha sido procesado, ninguna compañía demandada, la administración Obama no ha hecho nada para investigar y castigar a los culpables.

Los ingenieros financieros, que trabajan con humo, siguen estando mejor pagados que el resto de los trabajadores cualificados de EEUU.

Conclusión:

Durante la crisis se han enriquecido los directivos del sector financiero, vendiendo paquetes de deuda tóxica y apostando a la vez contra dicha deuda, comprando seguros para cobrar cuando fallara. Provocaron la intervención de EEUU para que sus empresas no quebraran, inyectando dinero público. Además eran contratados por el gobierno y de nuevo por el sector financiero. Por otro lado, con la colaboración imprescindible de las universidades americanas, cuyos docentes cobraban por informes que favorecían la desregulación y el aumento del riesgo.

No se han puesto medidas para que no vuelva a ocurrir, las personas que se han lucrado no han devuelto nada y no están procesadas, y las empresas siguen existiendo y realizando el mismo negocio.

Un ejemplo actual: El nuevo primer ministro de Italia fue también asesor de Goldman Sachs.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Muy interesante! no he visto el documental pero el extracto de conclusiones es bastante revelador.

Una pregunta, he observado que enumeras a todos los presidentes desde Reagan menos a uno ¿se cita en el documental algo acerca de la presión que ejerció la administración Clinton para que la entidad hipotecaria publica 'Fannie Mae' redujera los requerimientos crediticios para incentivar a los bancos a que concedíeran préstamos hipotecarios a personas a las que su historial crediticio no les permitía obtener préstamos convencionales (subprime borrowers)?.

Un apunte, cuando hablas de desregulación a lo largo del texto creo entrever que la imagen que tienes de los mercados es que son una jungla sin ley, por paradójico que parezca, los mercados financieros en EEUU están estrechamente regulados (intervenidos) por la FED (masa monetaria y tipos de interés) la SEC (supervisión de los mercados de valores) y la OCC (opciones y derivados) entre otras agencias federales.

Edu dijo...

Estupendo resumen, mi enhorabuena por el curro que te has pegado.

A mi la película me gustó mucho, bastante más seria y mejor llevada que la que sacó Michael Moore tratando el mismo tema ("Capitalismo, una historia de amor"). Es tan buena, que es imposible no terminar apretando los puños e insultando a los que salen en la pantalla, porque menuda panda de sinvergüenzas...

Jose Luis Lapuente dijo...

Los que nos metieron en la crisis ahora dicen que nos van a sacar:
http://graficos.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/empresas/hasta-donde-llegan-los-tentaculos-de-goldman-sachs_KGSNV2a1hx8QoC9qaKWzN2/

Jose Luis Lapuente dijo...

Me alegro de que las notas que, en un primer momento tomé para aclararme, y que luego decidí publicar, sirvan para arrojar algo de luz sobre el origen de la crisis.

Sobre lo que preguntas de la administración Clinton, en el documental no recuerdo exactamente ese detalle de 'Fannie Mae', pero sí que queda claro que da igual qué presidente esté, porque sus asesores económicos siempre son personas que vienen del mundo financiero, y que después de la legislatura vuelven de nuevo.

Respecto a la regulación del mercado en EEUU, si ves el documental sacarás la conclusión de que hay un montón de Agencias 'vigilando', de hecho hubo varios avisos de lo que se avecinaba, pero los lobbies del mercado financiero al final conseguían que los que tenían que tomar la decisión de regular no lo hicieran nunca.

Básicamente, los reguladores del gobierno de turno antes han estado en el mercado financiero, y saben que después van a volver, con lo que no se complican la vida para luego tener trabajo seguro.

Además EEUU comparado con Europa tiene por definición todo menos regulado y el estado interviene menos, los sistemas anglosajones son más liberales.

Una de las cosas más sangrantes es la utilización de las universidades, las empresas financieras pagaban millonadas a catedráticos de reconocido prestigio para que recomendaran comprar activos tóxicos, invertir en Islandia, evitar la regulación,... y esos catedráticos redactaban informes académicos y daban charlas en las que ocultaban quién les estaba pagando.

Una vergüenza que vamos a pagar los ciudadanos a pie.

Y con Obama nada ha cambiado. Mira quién eran los máximos contribuyentes económicos a su campaña (Goldman Sachs en segundo lugar): http://www.opensecrets.org/pres08/contrib.php?cid=N00009638