jueves, 3 de junio de 2010

SIMULONAUTAS


Plano de los módulos. EU-50 es el simulador de la cápsula de descenso a Marte. EU-150 es el módulo principal, que incluye seis camarotes individuales. EU-100 es el laboratorio médico. EU-250 se utiliza como almacen y en él hay instalado un invernadero. La bóveda naranja es el simulador de la superficie marciana

Dos ciudadanos de la Unión Europea, tres rusos y un chino, son los 'simulonautas' que han cerrado esta mañana las puertas del módulo de la misión 'Mars500' del que no saldrán hasta dentro de año y medio, aislados del mundo.

Esta misión es la primera simulación completa de una misión tripulada a Marte de 520 días, que, según sus responsables, constituirá "la prueba definitiva de la resistencia humana" para un futuro viaje al "planeta rojo". Es lo que se tardaría en llegar a Marte con la tecnología actual.

Vivirán en una nave espacial simulada (instalada en Moscú) mediante cuatro contenedores cilíndricos conectados entre si con un volumen total de 550 metros cúbicos a los que hay que añadir un quinto espacio que simula la superficie marciana en la que tres de los participantes pasarán 30 días y al que tendrán que acceder vistiendo trajes espaciales.

Aparte del confinamiento en este reducido espacio los seis voluntarios tendrán que vérselas con unos suministros limitados y unas comunicaciones con el control de la misión vía correo electrónico en las que se irá introduciendo paulatinamente el retardo correspondiente a la distancia de la Tierra a la que se suponga que están en cada momento.

La simulación que arranca hoy es la tercera y definitiva del proyecto, tras otras dos de prueba completadas con éxito en las que los periodos de aislamiento han sido de 14 y 105 días.

¿Serán capaces los seis miembros de la misión de aguantar los 520 días sin pulsar el gran botón rojo que pondría fin inmediato a esta?


2 comentarios:

Edu dijo...

Es un experimento interesante, pero hay 2 variables que lo hacen en realidad muy diferente de lo que realmente significará un viaje de esas características:

- Por un lado la gravedad, vivir sin ella lo cambia todo.

- Y por otro lado la existencia del botón rojo. El simple hecho de saber que puede interrumpirse cuando se desee lo hace más llevadero, aunque el resto fuese igual.

El sentimiento de aislamiento y soledad que deben sentirse perdido en la inmensidad del espacio, con unas paredes de aluminio como única defensa, no pueden simularse.

Jose Luis Lapuente dijo...

Tienes toda la razón del mundo. Superar este experimento con éxito es necesario, pero no suficiente.

Si lo superan, podrían superar el viaje espacial.

Si no lo superan, estamos más lejos todavía...