Se llamaba Henrietta Lacks, pero para los científicos se ha convertido simplemente en HeLa. Era una pobre cultivadora de tabaco del sur de los Estados Unidos, que trabajó en las mismas tierras en las que sus antepasados sufrieron esclavitud. Murió en 1951 a causa de un cáncer de cervix, y aún así, en cierto modo, ha alcanzado la inmortalidad.
Su familia no lo supo entonces, pero cuando Henrietta luchaba contra el tumor que le arrebataría la vida, los médicos le practicaron una biopsia para extraer parte de sus células tumorales. Los doctores decidieron conservarlas sin informar a nadie, costumbre habitual en aquella época. Aquellas células han terminado por convertirse en una de las herramientas más importantes con las que cuenta la medicina a causa de una característica increíble: se mantienen vivas y crecen vigorosamente. Se trata de la primera línea celular humana “inmortal” que se ha podido cultivar a gran escala.
Resulta irónico que parte de su útero siga vivo, cada vez en mayor volumen, a pesar de que en octubre de este año hará 60 años de la muerte de su donante. Para acabar con las células HeLa hay que someterlas a radiación, privarlas de nutrientes o agua, o ponerlas en contacto con otras células que las fagociten. Pero si las condiciones se mantienen estables, las células tumorales, al contrario que las sanas, simplemente no envejecen. Si pudieramos apilar en una báscula a todas las células HeLa cultivadas hasta la fecha, su peso superaría las 50 toneladas métricas.
Her name was Henrietta Lacks, but for scientists it has become just in HeLa. It was a poor tiller of snuff in the southern United States, who worked on the same land where their ancestors suffered slavery. He died in 1951 due to cervical cancer, and yet somehow has achieved immortality.
His family did not know then, but when Henrietta was struggling against the tumor that would rob him of life, doctors performed a biopsy to remove part of their tumor cells.The doctors decided to keep them without informing anyone, usual practice at that time. Those cells have ended up becoming one of the most important tools with which the medicine has caused an incredible feature: stay alive and grow vigorously. This is the first human cell line "immortal" who has been cultivating a large scale.
Ironically, part of the uterus to continue to live in ever greater volume, even though in October this year will be 60 years since the death of the donor. To finish with HeLa cells have to undergo radiation, depriving them of nutrients or water, or put them in contact with other cells that phagocyte.But if conditions are stable, the tumor cells, unlike healthy cells, simply do not age. If we could stack on a scale to all HeLa cells cultured to date, exceed the weight of 50 metric tons.
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