Hay cepillos de dientes que se comunican de forma inalámbrica con una pequeña consola con pantalla LCD en la que se puede controlar el tiempo de cepillado, y ver en qué modo de funcionamiento -de los cuatro disponibles- opera el cepillo. Incluso miden en tiempo real la presión que se ejerce sobre los dientes y recomienda subirla o bajarla para evitar daños en las encías y el esmalte.
Pero sin duda, el que se lleva la palma es el Brush Bunny (bonito juego de palabras que recuerda al conejo bugs bunny). Una funda que, puesta sobre el cepillo, transforma el dispositivo en un vibrador (su lema: consiga una sonrisa aún más luminosa).
El problema es que la compañía que fabricaba el cepillo sobre el que se pone la funda se molestó con el invento y obligaron a la empresa inventora de la funda a quitar de su publicidad el cepillo en cuestión. Una decisión que, sin duda, les hizo perder muchas ventas... ;-)
Fuente: http://navegante2.elmundo.es/navegante/2008/02/24/gadgetoblog/1203888526.html
2 comentarios:
¡¡Que grande!! Realmente la imaginación humana no tiene límites... ;-)
Es un claro ejemplo de simbiosis, en lugar de entre dos seres vivos, entre dos aparatos. Un soporte que puede servir para cepillarse los dientes o para rascarse los bajos... :DDD
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