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TagCrowd es una aplicación web para visualizar cualquier texto como una nube de tags.
Fue creado en el 2006 por Daniel Steinbock, un estudiante de la Universidad de Stanford.
En la imagen podéis ver la nube de tags del primer capítulo de El Quijote.
En un reactor nuclear, o en una bomba atómica, un material fisible como el uranio 235 (o 235U) puede capturar un neutrón. Como resultado, el inestable núcleo así formado se fragmenta (o fisiona) en dos núcleos más pequeños, liberando energía y varios neutrones en el proceso. Cada uno de esos neutrones causan a su vez la fisión de otro núcleo de 235U. Si la cantidad de material fisible se encuentra por encima de cierta concentración crítica, la reacción en cadena continua de forma autónoma, por lo que si no se pone freno la cosa puede acabar en una gran explosión.
Para explicarlo de forma más gráfica, unos estudiantes de la Universidad de Harvard han grabado este interesante vídeo. En él podemos ver una caja de plexiglás de 120x50x100 centímetros en cuyo interior colocaron una matriz de 5 x 20 ratoneras. Sobre cada trampa colocaron una bola de ping-pong. Las ratoneras representan los átomos fisibles y las bolas los neutrones. Cuando se introduce en la caja una bola de ping-pong extra, esta aterriza sobre una ratonera y provoca la “fisión” (la trampa se dispara) lo cual lanza otra bola de ping pong por los aires, que cae a su vez sobre otra ratonera. El resultado, como veis en las imágenes es una vorágine de ratoneras y bolas por los aires que ilustra de modo muy gráfico, y para dummies, lo que sucede a nivel atómico en el interior de un típico reactor de fisión.
Extraído de amazings.es
El pasado 23 de marzo de 2011 se estrenó en Córdoba la primera planta industrial en utilizar el sistema Kurata de obtención de biocarburantes. Este método obtiene combustibles a partir de residuos con alto contenido en carbono e hidrógeno.
Gracias a diversas materias primas residuales, como aceites usados, biomasa residual, plásticos y otros muchos materiales ricos en carbono e hidrógeno, se puede conseguir de forma rentable y eficiente carburantes como queroseno, gasolina o gasoil gracias al sistema Kurata.
Esta planta será capaz de transformar el orujillo, residuo de la aceituna, en biocarburante sintéticos de segunda generación, con una capacidad de 10.000 toneladas anuales. Este dato supone la utilización de unas 30.000 toneladas de materia prima.