¿Y en qué consisten tales descargas, que el dominio pinta con las trazas del más execrable de los delitos? Pues tales descargas consisten en un sistema de préstamos que los internautas entablan entre sí, un intercambio desinteresado
sin más finalidad que facilitar el acceso y compartir el disfrute de canciones y películas; esto es, una labor tan benemérita como la que desempeñan las bibliotecas. Pero, misteriosamente, la labor que desempeñan las bibliotecas, supervisada por el dominio, se engloba en la difusa categoría de «democratización de la cultura»; en cambio, la labor que desempeñan los internautas es calificada de «crimen», tan pavoroso que justifica que nuestras navegaciones por internet sean «supervisadas» y nuestras conexiones interrumpidas, si el dominio descubre que estamos compartiendo con otro internauta una canción o una película.Extraído de http://www.abc.es/20091207/opinion-firmas/descargas-internet-20091207.html, un texto de Juan Manuel de Prada que es muy recomendable leer.
lunes, 7 de diciembre de 2009
DOBLE VARA DE MEDIR CON LAS BIBLIOTECAS E INTERNET
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